[ Entrevista para el catalogo Orlando Vallejo: En la naturaleza de la pintura 1998-2014 / 2015 ]

Orlando Vallejo es artista residente de la Universidad del Turabo.  Ocupa la primera planta de lo que fue residencia de Doña Ana G. Méndez, y luego el museo de la UT.  En la segunda planta están los residuos de la importante excavación del arqueólogo Miguel Rodríguez en  Punta Candelero, Humacao, que le ha servido de inspiración para una serie de pinturas de la estratigrafía de la excavación.

MB: ¿Cómo fue tu formación?

OV : Hice un grado asociado en ingeniería civil, trabajé 4 meses y me fui a España.  Al regreso ingresé en la Escuela de Artes Plásticas, con Luis Leal, Lorenzo Homar, pero en esa ápoca no había maestro de pintura.  Me fui a la Universidad de Puerto Rico, y estudié con Luis Hernández Cruz, Lope Max Díaz y Carola Colom. Andrés Marrero me dio mi primera exposición individual en el 86/7.  Por un tiempo me dediqué a promover la Generación del 50, pintores como José Meléndez Contreras, a quien admiro.  Aunque antes había trabajado en otras cosas, de ahí en adelante me dediqué a pintar.

MB:¿Trabajas las pinturas desde bocetos?

OV: No hago bocetos, voy directo a la tela, para no perder la espontaneidad.  Primero uso un fondo rojo inglés, como lo hacían los grandes maestros.  Al poner los otros colores, los rojos resaltan.  El negro es fundamental en mi obra,  el que saca afuera los otros colores.

MB: Los paisajes tienen un hilo conductor, de la naturaleza a las edificaciones.

OV: Son una crítica al maltrato del paisaje.  Mi abuelo tenía una parcela preciosa, con todo tipo de árboles, animales.  Le expropiaron parte de la finca para hacer un disparate.  Las pinturas se basan en la mala planificación, la destrucción del paisaje. Es una reflexión sobre el proceso de cambio, el desmonte mal planificado es un tema recurrente en mi obra.

MB: ¿Cómo ves la evolución de tu obra?

­­OV. Al principio era más esquemático, más medido.  Con la experiencia te vas soltando.

MB: ¿Trabajas en serie?

OV: No me gusta trabajar en serie, lo hago inconscientemente.  Es como una célula madre, desarrollas una cosa, y después vuelves atrás y desarrollas otras.

MB: En muchas de tus pinturas los colores son amarillo brillante, rojo, negro, azul, Estas otras son de colores tierra.

OV: Son a manera de estratigrafías.  Arriba de mi estudio está la tierra y los objetos de la excavación en Punta Candelero, en Humacao.  Va cambiando la tierra mientras más hondo se excava, registro las variaciones de la tierra.

MB: Son obras monumentales.

OV: Están inspiradas en la memoria y el tiempo, en cómo la tierra hace desaparecer la huella de una civilización, que es rescatada posteriormente.

MB:¿Te interesa la arqueología?

OV:  Es que he estado viviendo con ella, con los restos de Punta Candelero. Lo que más me interesa es hacer pinturas sobre el ambiente, sobre la mala planificación, el mal uso de la tierra, el calentamiento global, que es un resultado del desmonte, la mala organización urbana, el maltrato del paisaje.

MB: ¿Y esta serie, que llamas Conciencias libres?

OV: Son retratos de los presos políticos puertorriqueños.  Son más académicos. Los situé en un fondo oscuro, para concentrar en sus miradas.  Es mi manera de hacerle un homenaje a unas vidas sacrificadas por la patria.

MB: ¿Cuándo las hiciste?

OV: Son de 2009.  Me motivó una instalación de Ai Wei Wei, en la isla de Alcatraz, que fuera una prisión. Ai Wei Wei hace una denuncia de todos los presos políticos, de todo el mundo.

MB: ¿Y en tus obras más recientes?

OV: Estoy trabajando un close-up del paisaje. De manera más abstracta.

MB: ¡Qué quieres decir  con un “close-up del paisaje”?

OV: Estoy dándole un carácter abstracto al paisaje, No hay formas definidas, se distinguen vestigios, hojas o ramas, pero me adentro del paisaje.

MB: La obra Ya somos el olvido que seremos se separa de las otras, en el colorido, en la figuración.

OV: Está inspirada en el soneto de Jorge Luis Borges, de ese título.  Utilicé el dramatismo del rojo, la figura que se descompone, para serle fiel al soneto.

MB: Al revisar catálogos de tus exposiciones pasadas, me impactó la continuidad de tus planteamientos en torno de la sociedad.  Haces paisajes, paisajes urbanos, personajes de esos paisajes; a pesar de cambios en el uso del pigmento, en la pincelada, hay un hilo conductor.

OV: En efecto, el desmonte de la parcela de mi abuelo, y los disparates que se han hecho con ese paisaje, nos ha legado una sociedad llena de adictos, deambulantes, prostitutas, sin arraigo en la tierra.  He sido testigo de ese cambio, y lo plasmo en mi pintura.

MB: ¿Se puede vivir de la pintura, a pesar de hacer crítica social?

OV: Si, pero tienes que producir, tomarlo en serio, y dedicarte a desarrollar tu obra. He trabajado en otras cosas.  Pero ahora sólo pinto.

San Juan, 2014