[ Exposición en La Liga de Estudiantes de Arte, San Juan / El Mundo / 1982 ]

Las obras maestras de la literatura no son otra cosa que alfabetos en desorden. «Esta provocativa cita de Jean Cocteau, pintada directamente sobre la pared por Guillermo Rodríguez.  confrontaba  al espectador a la entrada de la exposición  de la Asociación  Puertorriqueña de Caligrafía  en la Liga de Estudiantes  de Arte. Esta  noche  la exposición  se inaugura  en la Biblioteca  Valdés de la Universidad  Católica  de Ponce, donde  estará  hasta el 30 de noviembre.  Si .bien no se repite la osadía de pintar las paredes, la exposición posee una serie de atributos de excelencia que conviene señalar.

El montaje es profesional y cumple una función didáctica. En cada obra se identifica cuidadosamente los materiales e instrumentos que el calígrafo empleó para realizarla. Se incluyen obras de estudiantes entre 8 y 16 años, distinción que necesariamente le servirá de estímulo a estos jóvenes y a otros muchos que se acercan a la caligrafía.

Uno de los aspectos más interesantes y hermosos de la muestra es la vitrina. con obras de Guillermo Rodríguez Benítez, la persona responsable del auge de la caligrafía en Puerto Rico. Aquí se ilustran los diversos medios empleados por este maestro calígrafo para realizar sus obras. Además de la indiscutible belleza de las piezas, quedan. ilustrados los diversos materiales, ‘instrumentos y medios para caligrafía. Incluyen desde letras recortadas, talla en madera, pintura y dibujo sobre diferentes. tipos de papel o pergamino hasta el grabado en cristal. Los instrumentos se muestran al lado de las obras con explicaciones cortas.

En la .muestra se incluyen, además de obras de . varios calígraíos de la Asociación, otras de calígrafos profesionales norteamericanos. Lucen bien los de aquí. En términos de la calidad de las obras.  Sólo puedo  opinar  respecto  al diseño,  ya que para poder evaluar la calidad de la escritura es necesario conocer a fondo los alfabetos que cada calígrafo ha empleado y las normas que rigen .en este campo, para mí desconocido.

Un buen número de las obras expuestas consiste de alfabetos, generalmente dispuestos en círculos o en óvalos. En términos generales, los diseños están bien logrados, con buen balance entre el diseño y el campo del papel. De la calidad de las letras en sí no puedo opinar: en algunos casos me cuestionaba si es aceptado al hacer tal o cual letra, el romper el trazo, o si se supone que se haga la letra de un solo golpe. La caligrafía occidental es una disciplina con 25 siglos de existencia, en la cual las reglas del juego están bastante establecidas, v las cuales desconozco.

Además de los alfabetos, un buen número de obras tienen mensajes y son éstas las que más inmediatamente apelan al público. Abundan los dichos populares: «Con la boca es un mamey», de Nellie Bírd: «Cada guaraguao tiene su pítirre», de Roberto Tort: poemas cortos, citas de El Quijote y de la Biblia. De particular interés me parecieron dos obras de Enrique Marti Coll de carácter cómico-satírico. También de Marti Col! es la caligrafía que acompaña el «Jorge Luis Borges» de Francisco Rodón, litografía de gran impacto.

La· exposición, y la cita de Cocteau, plantean un problema fundamental a la caligrafía: la relación entre ésta y el contenido. Para los amantes de la Caligrafía los alfabetos; la belleza del diseño y la nitidez de la ejecución de las letras son los. aspectos más fundamentales de su disciplina.

Esta exposición sirve para educarnos y hacemos concientes de esas cualidades. Para el resto del público, aunque podamos admirar la belleza de las letras, el mensaje viene a ser el vínculo fundamental, lo que nos envuelve en las obras, lo que nos hace sonreir o cavilar.

Esta primera exposición de la joven y dinámica Asociación Puertorriqueña de Caligrafía nos ha abierto un nuevo campo. Ya se encargarán ellos, con su dedicación y profesionalismo, de educarnos para que aprendamos él apreciar la belleza de los alfabetos y del diseño de las letras.