[ Exposición en el Museum of Fine Arts, Springfield, Mass / Curador Marimar  Benítez / Coordinadora Haydeé  VenegasEl Mundo / 1981 ]

Las artes plásticas en Puerto Rico atraviesan un periodo de auge y florecimiento. El movimiento artístico que comenzó en la década del 50 en el Centro de Arte Puertorriqueño, la División de Educación de la Comunidad, la Galería Campeche y el lnstituto de Cultura Puertorriqueña ha mantenido su ritmo de evolución. Primero en gráfica y pintura y más recientemente también en escultura, nuestra producción artística ha sido rica y variada. Dentro de este marco y en el campo de la escultura le corresponde un sitial sobresaliente a la producción artística del Grupo Manos.

Desde sus comienzos en el 1971 hasta el presente los artistas que componen este movimiento han evolucionado a una expresión escultórica utilizando el barro como su medio principal. Su vitalidad se evidencia en una producción que les ha valido entre otras distinciones el haber recibido medalla de oro dos años consecutivos en el Concorso Internazionale della Ceramica D’Arte en Faenza, Italia a Ana Delia Rivera y Susana Espinosa respectivamente. La presente muestra es otra prueba de esa vitalidad y creatividad del Grupo Manos, de las posibilidades que han sabido explotar en el barro.

La presente exposición surge poco más de un año de la muestra Sculpture in Clay from Puerto Rico/ Escultura en barro en Puerto Rico que del Grupo Manos organizara el Museum of Fine Arts de Springfield, Massachusetts. Aquella exitosa exhibición ha estado viajando por cuatro ciudades de los Estados Unidos donde ha recibido muy buenas críticas y termina su gira en Puerto Rico próximamente. La exposición de Springfield, con la cual tuve la oportunidad de colaborar, coincidirá parcialmente con las fechas de la presente muestra, lo cual permite hacer unas observaciones sobre la trayectoria que han seguido los artistas desde entonces hasta el presente.

Mirando la exposición en conjunto encontramos que la escala de las piezas es generalmente mayor. Tanto en las obras escogidas para la muestra como en las visitas que hicimos a los talleres a escoger la misma se notó esta tendencia hacia la producción de obras más grandes, más ambiciosas. La mayor escala de las piezas de Toni Hambleton intensifica su impacto; su presencia es más asertiva. En las obras de Beba Pazmiño la mayor escala viene acompañada de efectos más dramáticos.

La mayor escala señala un rompimiento con el concepto del barro como material para las “artes menores”, para la confección de la pieza utilitaria, del adorno menudo. El Grupo Manos ha perdido la

La presente exposición surge poco más de un año de la muestra Sculpture in Clay from Puerto Rico/ Escultura en barro en Puerto Rico que del Grupo Manos organizara el Museum of Fine Arts de Springfield, Massachusetts. Aquella exitosa exhibición ha estado viajando por cuatro ciudades de los Estados Unidos donde ha recibido muy buenas críticas y termina su gira en Puerto Rico próximamente. La exposición de Springfield, con la cual tuve la oportunidad de colaborar, coincidirá parcialmente con las fechas de la presente muestra, lo cual permite hacer unas observaciones sobre la trayectoria que han seguido los artistas desde entonces hasta el presente.

Mirando la exposición en conjunto encontramos que la escala de las piezas es generalmente mayor. Tanto en las obras escogidas para la muestra como en las visitas que hicimos a los talleres a escoger la misma se notó esta tendencia hacia la producción de obras más grandes, más ambiciosas. La mayor escala de las piezas de Toni Hambleton intensifica su impacto; su presencia es más asertiva. En las obras de Beba Pazmiño la mayor escala viene acompañada de efectos más dramáticos.

La mayor escala señala un rompimiento con el concepto del barro como material para las “artes menores”, para la confección de la pieza utilitaria, del adorno menudo. El Grupo Manos ha perdido la timidez de hacer escultura en barro, ha roto con ese acercamiento artesanal y restrictivo del material. Sin menospreciar la miniatura, que constituye una expresión perfectamente válida en el arte, la mayor escala marca la mayoría de edad del barro como material escultórico.

Se acusa una tendencia hacia la explotación más completa de las múltiples posibilidades expresivas del material. Lorraine de Castro utiliza la flexibilidad y las texturas que solo el barro puede asumir para lograr sus efectos de la piel maltratada, el tejido adiposo, la carne gastada. Sus extraordinarias figuras femeninas, imágenes-símbolos de la deformación, sólo pudieron haber sido ejecutadas en barro. Por otro lado, Ana Delia Rivera utiliza las sutilezas cromáticas de los óxidos en las placas y formas que crea para combinar con el metal desechado. En sus placas murales Susana Espinosa ahora integra efectos escultóricos de bajo y alto relieve. Del otro lado del espectro, John Balossi al presente combina efectos de color y textura más ricos en sus esculturas.

La actitud de experimentación continúa y muchos artistas exploran diferentes tendencias simultáneamente. Saint Germain experimenta con la integración del barro y el tejido a la vez que crea  una serie  de obras  de gran colorido con su libre uso de los esmaltes. Cordelia Buitrago y Jorge Cancio trabajan nuevas formas, más libres y espontáneas mientras que Rosa de Castro ha vuelto a experimentar con el color, los esmaltes y engobes en su obra. Carlos Collazo crea formas escultóricas libres a la par con sus piezas más severas y arquitectónicas. La serie de “Mantones” en barrografía – impresiones en papel de planchas de barro de Jaime Suárez fue la base de las vestimentas rituales que ahora ejecuta también en barro. A pesar del éxito y la aceptación de la obra, se mantiene una actitud experimental que les ha seguido descubriendo nuevos horizontes.

Se percibe una clara tendencia hacia la expresión monumental, tanto en el concepto como en la dirección que han seguido los integrantes del Grupo Manos. El perfeccionamiento de las formas en la obra de Sylvia Blanco le va dando un carácter cada vez más monumental a su expresión. Blanco, Espinosa y Suárez han ido ejecutando murales y placas murales en barro donde combinan color con efectos escultóricos. La mayor permanencia del mural, su impacto y escala además de su carácter monumental lo convierte en una de las direcciones principales del desarrollo de la obra de estos artistas. Por otro lado, la durabilidad del barro hacen de éste un material idóneo para la expresión mural.

La producción del Grupo Manos y su desarrollo a la expresión monumental se relaciona con una importante tendencia en el complejo cuadro del arte contemporáneo: el rescate de los materiales y procedimientos que tradicionalmente se asociaban con las artesanías como el barro, las fibras, los tejidos, y su exaltación al campo de las “artes mayores”. Desde que Picasso a principios de siglo nos descubrió la belleza del arte de los llamados pueblos “primitivos” se ha evidenciado un constante influjo de técnicas, acercamientos y métodos de otras tradiciones a los establecidos campos de la pintura, escultura y arquitectura en Occidente. La producción del Grupo Manos forma parte de este proceso en Puerto Rico, señalando nuevos rumbos en la expresión artística.

El catálogo recoge las expresiones de los artistas en relación a su obra. Hablan ellos de su acercamiento al material, de los objetivos que animan su producción. El testimonio del artista es siempre una importante fuente para la interpretación y apreciación de su obra. El objetivo verbalizado y su concreción son dos aspectos de vital proceso creativo. Aunque generalmente más elocuentes en su obra que en palabras, estas cortas líneas ayudan a entender el siempre misterioso y nunca agotado impulso creador.