[ La Exposición Homenaje de la IX Bienal de San Juan fue dedicada este año a la artista argentina, Liliana Porter ]

La exposición homenaje de la IX Bienal fue dedicada este año a la artista argentina, Liliana Porter, que reside en Nueva York desde 1964. Ya había recibido premio de la I (1970) Y VII (1986) bienales de San Juan, además de muchas otras distinciones a nivel internacional. Su obra se encuentra en los principales museos y colecciones de Occidente y ha exhibido prácticamente en todo el mundo. Su selección resulta un merecido recono-cimiento a una distinguida carrera artística.

La exposición de Porter presenta, además, una necesaria contrapartida al carácter conservador de la gráfica tradicional, que le concede un énfasis desmedido a la técnica.’ Las controversias de imagen versus realización, la obra realizada por el propio artista versus la obra impresa en un taller profesional surgen de manera recurrente en el mundo de la gráfica. Los conservadores del cánon gráfico abogan porque sólo se le dé carta de artista gráfico al que lleva a cabo todas las etapas de la confección de la obra e incluso dejan fuera las obras realizadas empleando procesos de reproducción fotográfica o mecánica. La actitud conservadora hace énfasis también en la destreza para manejar las técnicas.

La Bienal de San Juan ha cargado con ese bagaje conservador, al punto que en algunos círculos se critica el haber escogido a Luis Hemández Cruz, el artista puertorriqueño a quien le correspondió la otra exposición homenaje. Arguyen que Hernández Cruz no se ensucia las manos imprimiendo sus obras. Esa actitud ha resultado, además, en la sistemática exclusión de Francisco Rodón y Rafael Ferrer, dos de los más famosos artistas puertorriqueños. Ni Ferrer ni Rodón, que hacen  gráfica  excelente,  imprimen  sus imágenes, por lo tanto, quedan fuera del cánon – interveociónmfuima y certera. En “Push-pin” (1972) adhiere un pedazo de papel impreso con la imagen de la tachuela a una hoja grande  de papel. La imagen es muy sencilla y funciona: plantea de manera directa y elocuente la poblemática ilusión/realidad. En la serie de las figuras geométricas adhiere papeles impresos con lamisma imagen, que mantienen la continuidad a la vez que rompen el ilusionismo y cuestionan esa misma continuidad. El empleo de diferentes niveles de ilusionismo es muy rico en la obra de Portero Logra la magia de impactar al espectador sin malabares técnicos ni desgarradoras escenas.

El  énfasis  artesanal de  la  actitud conservadora se estrella ante la obra de Lilian Porter. Sus provocativas  imágenes  son un gran antídoto a los postulados del cánon de la plantea de manera directa y elocuente la gráfica pura. Liliana Porter imprime sus creaciones, pero emplea fotografías tomadas por otros. En su obra la destreza técnica no juega un papel importante, aunque hace “gráfica respetuosa”, para usar la palabras de la artista, es decir, obra bien impresa. Liliana Porter explora consistentemente la relación entre el arte y la realidad, que la lleva a trascender los linderos de lagráfica tradicional: emplea el collage, se sale del papel hacia el muro, incluye objetivos tridimensionales.

La exposicón de Liliana Porter establece, también, un muy necesario equilibrio a las imágenes densas y tétricas que predominan en la IX Bienal. Porter emplea de manera _ magistral  el blanco  del  papel,  con  una poblemática ilusión/realidad. En la serie de las figuras geométricas adhiere papeles impresos con lamisma imagen, que mantienen la continuidad a la vez que rompen el ilusionismo y cuestionan esa misma continuidad. El empleo de diferentes niveles de ilusionismo es muy rico en la obra de Portero Logra la magia de impactar al espectador sin malabares técnicos ni desgarrado ras escenas.

A manera de contraste, la IX Bienal está poblada de imágenes de la terribilitá. Es como siel espíritu de Don FrancisoGoya yLucientes fuera el punto de partida. ¿Será la histeria del fin del milenio, una repetición de las visiones apocalípticas que se dieron en Occidente hace mil años, o será que el jurado de la IX Bienal deliberó durante las tensiones que desembocaron en la Guerra del Golfo? Sea cual fuere la razón, esta Bienal me impactó por el sentido de opresión que comunicaban gran número de las obras. Todos los premios, que son magníficos, parecen inspirados en Los desastres de la guerra.

Luego de un paseo porla IX Bienal, visitar la muestra de Liliana Porter es entrar a otro mundo y recibir un necesario soplo de aire renovador. La obra de Porter apela fundamentalmente a la imaginación y está arraigada en el humo y la ironía. René Magritte ha servido de inspiración a las exploraciones de la p6bIemálica . -dad ue tanto ocupan a Porter. Toma imagenes e orden- de las cosas y La clave de los sueños de Magritte y las elabora con resultados que hubieran encantado al gran artista belga. En El mago, añade otra mano que le da de comer a la equívoca imagen de Magritte.

Para su muestra Liliana Porter realizó un muralsobreunadelasparedesdelaexposición. Mucha de la obra temprana de Porter jugaba con el concepto de la obra desechable, en otra serie, el que la adquiría debía completarla. Porter deja implícito el concepto de la desacralización o desmitificación de la gran obra original, en mayúscula, con sus ambientaciones o los murales que realiza in situ, que no tienen carácter permanente. ¡Otro reto al establishment conservador!

Este año, en un intento por trascender el conservadurismo que la ha caracterizado, la Bienal incluyó lacategoría de monotipo, obra realizada con algún medio gráfico, de la cual no se hace edición. La decisión de incluir obra sin edición contraviene la misma esencia de la gráfica, que por su naturaleza implica el hacer originales multiejemplares. En esto la Bienal de San Juan está siguiendo los pasos dados en otras competencias internacionales, ante los reclamos de innovación por parte de muchos artistas. Pero la inclusión de monotipos se ha ido descartando en otras Bienales. No estoy tan segura de que incluir monotipos sea la estrategia a seguir. La exposicón homenaje a Liliana Porter forma parte de esa tendencia renovadora en la Bienal de San Juan. No tengo duda de que eso sí fue un gran acierto.